Lot Essay
Manuel Barrón y Carrillo es el máximo representante del paisajismo andaluz de mediados del siglo XIX. Alumno y posteriormente director de la Escuela de Bellas Artes de Sevilla, heredó el gusto por el costumbrismo de su maestro Antonio Cabral A. Bejarano. Le gustaba pintar vistas de Sevilla, de sus monumentos, escenas de género costumbristas y sobre todo el paisaje de su tierra natal. En La Batalla de Bailén nos encontramos con una obra singular en su producción, que sintetiza todo su saber. Gracias a su destreza técnica logra transmitir toda la información de un importante momento histórico sin perder la frescura de su pintura, así nos muestra una elaborada reconstrucción de la fortaleza y edificaciones de Bailén, una detallada visión de la actuación de las fuerzas españolas e inglesas en una noche cerrada, una batalla a la que asistimos atónitos, capturados por el ágil manejo de los pinceles y el anecdotario de este maestro español.
El General francés Dupont, también llamado "el rayo del norte" sale de Andujar al anochecer del 18 de julio, una noche negra, de luna en cuarto menguante, deseoso de no ser descubierto por los españoles y de este modo poder salvar el botín atesorado durante los saqueos de Córdoba y Jaén. El francés no tuvo en cuenta el poder y el patriotismo de los españoles y a la altura de Bailén, las tropas del General Francisco Javier Castaños, Comandante del Campo de Gibraltar, y el General Reding le cortan el paso y tiene lugar la célebre Batalla de Bailén, donde fueron abatidos los franceses.
Destaca en esta historia un personaje femenino, Doña María Inés Juliana Bellido Vallejo conocida como María Bellido y apodada la Culiancha, por sus opulentas caderas. En primer término del cuadro, podemos ver a la Culiancha dando de beber al General Reding en pleno centro del campo de batalla. El historiador Don Manuel López Pérez, destaca en sus escritos cómo, ciertas mujeres olvidándose de su sexo y del peligro, salieron a procurar auxilio a los soldados y en el fragor del combate, en pleno campo de batalla les dieron de beber. Entre ellas destaca una, "llamada María Bellido, que llegando hasta el puesto de mando y dirigiéndose directamente al General Reding, ofreció agua al General, y en el momento en que elevaba la vasija, una bala rompió el cantarillo. La mujer no se inmutó. Recogió el tiesto donde había quedado un poco de agua, y lo ofreció al General, que alabó su labor y ofreció premiarla."
Esta heroica hazaña también queda reflejada en los Episodios Nacionales de Benito Pérez Galdós. En "Bailén" podemos leer "... Es verdad que de Bailén salían en bandadas multitud de mujeres con cántaros de agua para refrescarnos... Más de una vez, aquellas valerosas mujeres se expusieron al fuego, penetrando en sitios de mayor peligro, y llevando sus alcazarras a los artilleros del centro".
El General francés Dupont, también llamado "el rayo del norte" sale de Andujar al anochecer del 18 de julio, una noche negra, de luna en cuarto menguante, deseoso de no ser descubierto por los españoles y de este modo poder salvar el botín atesorado durante los saqueos de Córdoba y Jaén. El francés no tuvo en cuenta el poder y el patriotismo de los españoles y a la altura de Bailén, las tropas del General Francisco Javier Castaños, Comandante del Campo de Gibraltar, y el General Reding le cortan el paso y tiene lugar la célebre Batalla de Bailén, donde fueron abatidos los franceses.
Destaca en esta historia un personaje femenino, Doña María Inés Juliana Bellido Vallejo conocida como María Bellido y apodada la Culiancha, por sus opulentas caderas. En primer término del cuadro, podemos ver a la Culiancha dando de beber al General Reding en pleno centro del campo de batalla. El historiador Don Manuel López Pérez, destaca en sus escritos cómo, ciertas mujeres olvidándose de su sexo y del peligro, salieron a procurar auxilio a los soldados y en el fragor del combate, en pleno campo de batalla les dieron de beber. Entre ellas destaca una, "llamada María Bellido, que llegando hasta el puesto de mando y dirigiéndose directamente al General Reding, ofreció agua al General, y en el momento en que elevaba la vasija, una bala rompió el cantarillo. La mujer no se inmutó. Recogió el tiesto donde había quedado un poco de agua, y lo ofreció al General, que alabó su labor y ofreció premiarla."
Esta heroica hazaña también queda reflejada en los Episodios Nacionales de Benito Pérez Galdós. En "Bailén" podemos leer "... Es verdad que de Bailén salían en bandadas multitud de mujeres con cántaros de agua para refrescarnos... Más de una vez, aquellas valerosas mujeres se expusieron al fuego, penetrando en sitios de mayor peligro, y llevando sus alcazarras a los artilleros del centro".