Lot Essay
El granadino José Guerrero, descubrió su vocación cuando inicia sus prácticas en la Escuela de Artes y Oficios. Estudia en San Fernando y es discípulo de Vazquez Díaz y del historiador de arte Lafuente Ferrari. En 1949 saltó a Nueva York donde trabajó estrechamente con los "action paintings". Ahí conoce a Rothko, Kline, Lindner y Motherwell entre otros.
En 1950 dejará definitivamente la figuración para dedicarse exclusivamente al arte abstracto. Fundador del Museo de Arte Abstracto de Cuenca junto con Zóbel, Torner, Sempere, Antonio Lorenzo, Saura, Ángeles Gasset, Rueda y Manolo Millares, destaca como uno de los artistas más innovadores dentro del panorama del arte abstracto español.
En los primeros años de los ochenta, época a la que pertenece Comienzo azul, su pintura se vuelve más áspera, dando importancia a los colores que han marcado toda su trayectoria. El mismo artista nos explica su relación con los colores, evocándole el azul a su infancia de esta forma: "El azul... tiene mucho de mi infancia. Era el color con el que pintaba los zócalos de mi casa... era el añil. Con el añil las mujeres, mi madre, hacían unas muñequillas para blanquear la ropa..." (Conversación con José Guerrero de Pancho Ortuño para el catálogo de la exposición antológica en Madrid José Guerrero, diciembre 1980 - enero 1981, pág. 147).
En 1950 dejará definitivamente la figuración para dedicarse exclusivamente al arte abstracto. Fundador del Museo de Arte Abstracto de Cuenca junto con Zóbel, Torner, Sempere, Antonio Lorenzo, Saura, Ángeles Gasset, Rueda y Manolo Millares, destaca como uno de los artistas más innovadores dentro del panorama del arte abstracto español.
En los primeros años de los ochenta, época a la que pertenece Comienzo azul, su pintura se vuelve más áspera, dando importancia a los colores que han marcado toda su trayectoria. El mismo artista nos explica su relación con los colores, evocándole el azul a su infancia de esta forma: "El azul... tiene mucho de mi infancia. Era el color con el que pintaba los zócalos de mi casa... era el añil. Con el añil las mujeres, mi madre, hacían unas muñequillas para blanquear la ropa..." (Conversación con José Guerrero de Pancho Ortuño para el catálogo de la exposición antológica en Madrid José Guerrero, diciembre 1980 - enero 1981, pág. 147).