Lot Essay
Nace en Barcelona en 1946. Hija de herrero, se licencia en la facultad de bellas artes de Barcelona, dedicando sus primeros años a la pintura. No será hasta la década de los setenta el momento en que empiece a trabajar la forja, teniendo como referentes a Julio González y Pablo Garagallo.
Sus esculturas son una búsqueda continua de contraposiciones, lo industrial versus lo artesanal, lo minimal versus lo poético. El vacio, obsesión conceptual de la escultura formal contemporánea, y como se delimita a través de los materiales, serán una constante en su obra. Hierro, plomo, malla metálica o yeso serán materiales utilizados, de forma novedosa, para crear objetos tridimensionales, en los que el espacio y la forma abierta invitan al espectador a observar estructuras que se asemejan a cajas, jaulas, urnas, contenedores o espacios cóncavos.
A mediados de los 80 crea una serie de piezas denominadas Llunas (lunas) en las que las formas cóncavas son utilizadas para la delimitación del espacio. Esta forma, entre lo arquitectónico y lo orgánico, corporal, había aparecido ya en forma de depósitos, receptáculos o en la cavidad ventral en negativo de su Maternitat de 1982.
Lluna N.1 es sin lugar a duda la más íntima, misteriosa y orgánica de todas ellas. El pequeño tamaño de la misma y la utilización del hierro como único material le confieren estas cualidades especiales. La forma cóncava de esta escultura solo permite al espectador observarla desde la distancia, no hay acceso a su interior. Una delgada sombra se proyecta sobre el suelo, indicándonos que su interior está vacío, creándonos así la necesidad de acceder a los misterios de su interior.
Con exposiciones individuales en Madrid y Barcelona poco a poco ha ido consolidando su nombre hasta alcanzar reconocimiento internacional, participando en la Documenta de Kassel y en la Bienal de Venecia de 1988 en compañía de Jorge de Oteiza. Ese mismo año obtuvo el Premio Nacional de Artes Plásticas.
Sus esculturas son una búsqueda continua de contraposiciones, lo industrial versus lo artesanal, lo minimal versus lo poético. El vacio, obsesión conceptual de la escultura formal contemporánea, y como se delimita a través de los materiales, serán una constante en su obra. Hierro, plomo, malla metálica o yeso serán materiales utilizados, de forma novedosa, para crear objetos tridimensionales, en los que el espacio y la forma abierta invitan al espectador a observar estructuras que se asemejan a cajas, jaulas, urnas, contenedores o espacios cóncavos.
A mediados de los 80 crea una serie de piezas denominadas Llunas (lunas) en las que las formas cóncavas son utilizadas para la delimitación del espacio. Esta forma, entre lo arquitectónico y lo orgánico, corporal, había aparecido ya en forma de depósitos, receptáculos o en la cavidad ventral en negativo de su Maternitat de 1982.
Lluna N.1 es sin lugar a duda la más íntima, misteriosa y orgánica de todas ellas. El pequeño tamaño de la misma y la utilización del hierro como único material le confieren estas cualidades especiales. La forma cóncava de esta escultura solo permite al espectador observarla desde la distancia, no hay acceso a su interior. Una delgada sombra se proyecta sobre el suelo, indicándonos que su interior está vacío, creándonos así la necesidad de acceder a los misterios de su interior.
Con exposiciones individuales en Madrid y Barcelona poco a poco ha ido consolidando su nombre hasta alcanzar reconocimiento internacional, participando en la Documenta de Kassel y en la Bienal de Venecia de 1988 en compañía de Jorge de Oteiza. Ese mismo año obtuvo el Premio Nacional de Artes Plásticas.