Lot Essay
Las gitanas son el pilar existencial de la pintura de Isidre Nonell. Estos personajes femeninos comienzan a ser el centro de su obra desde 1902 a 1910. Las figuras de estas mujeres están representadas generalmente aisladas, sin ningún telón de fondo que las acompañe, normalmente de perfil y de medio cuerpo. Captadas desde un punto de vista muy particular, exalta sus dramáticos rasgos, la introversión, el pesimismo, un mundo interior al que somos ajenos. En las primeras versiones dominan los colores blancos y amarillos, pasando por las imponentes gitanas de cuerpo entero de paleta azul-verdosa, tonos fríos, casi húmedos y por último las gitanas de colores cobrizos con efectistas golpes de color. El absoluto dominio cromático de Nonell es la esencia de su arte. Su armoniosa paleta de colores, su pintura llena de matices y texturas son un elocuente vehículo para interpretar a las mujeres que pinta, dándonos una visión completa, unitaria de esas gitanas que nos seducen, que nos intrigan y que permanecen ajenas a nuestras miradas, absortas en un universo privado, doloroso, únicamente accesible por estos sensibles seres femeninos que nos cautivan.
La primera exposición de Nonell en Barcelona en 1903 recibió terribles críticas por el tema de sus composiciones. La exhuberante sociedad burguesa se vio golpeada al enfrentarse con estos personajes marginales, que encarnaban la máxima degradación humana. El pintor no volvería exponer hasta 1910, donde comienza el verdadero reconocimiento a su obra por parte del público y la crítica nacional. Durante estos años, los más prolíficos de su vida vivió inmerso en el mundo de estas mujeres, absolutamente hechizado por las gitanas. Poco a poco cambia sus modelos por mujeres populares, pero siempre volverá a sus gitanas cuando tiene algo nuevo que decir, como la que Christie's presenta, pintada en 1909. Las mujeres que pinta por esas fechas le cautivan por su rotunda belleza, su monumentalidad, de una feminidad embriagadora. Entre estos personajes surge nuestra "Chavala" delgada y vital, torturada y silenciosa, delicada y femenina con su lazo rojo anudado en su pelo. La juventud y fragilidad con ese guiño de coquetería de la chavala, supera sus otras composiciones porque logra tocar la fibra más sensible del espectador.
Agradecemos al Doctor Francesç Fontbona por la ayuda en la catalogación y autentificación de este cuadro.
La primera exposición de Nonell en Barcelona en 1903 recibió terribles críticas por el tema de sus composiciones. La exhuberante sociedad burguesa se vio golpeada al enfrentarse con estos personajes marginales, que encarnaban la máxima degradación humana. El pintor no volvería exponer hasta 1910, donde comienza el verdadero reconocimiento a su obra por parte del público y la crítica nacional. Durante estos años, los más prolíficos de su vida vivió inmerso en el mundo de estas mujeres, absolutamente hechizado por las gitanas. Poco a poco cambia sus modelos por mujeres populares, pero siempre volverá a sus gitanas cuando tiene algo nuevo que decir, como la que Christie's presenta, pintada en 1909. Las mujeres que pinta por esas fechas le cautivan por su rotunda belleza, su monumentalidad, de una feminidad embriagadora. Entre estos personajes surge nuestra "Chavala" delgada y vital, torturada y silenciosa, delicada y femenina con su lazo rojo anudado en su pelo. La juventud y fragilidad con ese guiño de coquetería de la chavala, supera sus otras composiciones porque logra tocar la fibra más sensible del espectador.
Agradecemos al Doctor Francesç Fontbona por la ayuda en la catalogación y autentificación de este cuadro.