Lot Essay
Alenza es el gran pintor desconocido del arte Español. Se encuentra a caballo entre los maestros de finales del siglo XVIII y los deslumbrantes artistas de finales del siglo XIX. Su efímera vida y la pobreza en la que vivió no fomentaron el conocimiento de su obra. Su producción fue escasa, pero su calidad hizo que fuesen codiciadas a lo largo de dos siglos, no en balde fue llamado por conocedores del arte, como Mesonero Romanos y Lafuente Ferrari, como el digno heredero de Goya.
La temática de sus obras se desenvuelve entre la pintura de historia, siendo nombrado académico de mérito de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando en 1842 y quizás, por lo que debe su fama, las escenas costumbristas, por las que arrastra un casticismo que se podría adjetivar de goyeso, ya que al igual que el genial pintor le gustaba ir a buscar su fuente de inspiración a tabernas y ventorrillos en las salidas de Madrid. La humilde vida cotidiana de sus contemporáneos la representa bajo una atractiva visión satírica. Composición, temas y colores forman un todo único en el lienzo que golpea al espectador por su precisión y calidad. La información es precisa pero rica en detalles que diluyen la contundencia del tema, así fisonomías, posturas, ropajes y grupos llaman nuestra atención. Como decía Lafuente Ferrari su obra se basa en la observación de la vida y en la imaginación, perfectamente amalgamados en los lienzos del artista.
La procedencia de estos cuadros, que estuvieron en la colección del escritor e historiador Enrique Sánchez Rueda, expuestos y publicados en la Exposición de la Sociedad Española de Amigos del Arte del año 32 y mencionados por Lafuente Ferrari, son datos que vienen a constatar el interés que ha generado la buena obra de este genial artista entre la sociedad más intelectual de nuestro país.
La temática de sus obras se desenvuelve entre la pintura de historia, siendo nombrado académico de mérito de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando en 1842 y quizás, por lo que debe su fama, las escenas costumbristas, por las que arrastra un casticismo que se podría adjetivar de goyeso, ya que al igual que el genial pintor le gustaba ir a buscar su fuente de inspiración a tabernas y ventorrillos en las salidas de Madrid. La humilde vida cotidiana de sus contemporáneos la representa bajo una atractiva visión satírica. Composición, temas y colores forman un todo único en el lienzo que golpea al espectador por su precisión y calidad. La información es precisa pero rica en detalles que diluyen la contundencia del tema, así fisonomías, posturas, ropajes y grupos llaman nuestra atención. Como decía Lafuente Ferrari su obra se basa en la observación de la vida y en la imaginación, perfectamente amalgamados en los lienzos del artista.
La procedencia de estos cuadros, que estuvieron en la colección del escritor e historiador Enrique Sánchez Rueda, expuestos y publicados en la Exposición de la Sociedad Española de Amigos del Arte del año 32 y mencionados por Lafuente Ferrari, son datos que vienen a constatar el interés que ha generado la buena obra de este genial artista entre la sociedad más intelectual de nuestro país.