Lot Essay
Ésta cautivante obra de Barceló de 1983 muestra a un artista todavía joven en su trayectoria pictórica, pero con grandes signos de madurez artística. Barceló, un artista autodidacta domina completamente la proporción y el espacio como se refleja en esta obra. En Biblioteque avec Poe el artista crea un espacio íntimo y oprimido. La estantería de libros, el plano de la mesa y los codos del protagonista en escorzo, casi rozan con el espectador absorbiéndolo en el cuadro.
La técnica es asombrosa. El artista crea un espacio homogéneo con unas buenas proporciones al colocar estanterías de libros en ángulo. El impasto es grueso y táctil creando relieves y sombras. Otra técnica muy utilizada por Barceló en el principio de la década de los 80 es la del collage. El cenicero en el ángulo inferior izquierdo esta repleto de colillas pintadas. El objeto representado es literalmente el objeto real. De la misma manera los dos libros que aparecen sobre la mesa, están en relieve compuestos por hojas de periódico con la técnica del collage. Una vez más el afán del artista en representar los objetos tal como son. Esta técnica es muy utilizada en gran parte de su obra temprana al incorporar elementos ajenos a la pintura en sus cuadros.
Hay dos referencias literarias en este mundo de eruditos de biblioteca. El personaje representado tiene como objeto leer unas poesías de Edgar Allan Poe, al presentar el libro de este poeta con su nombre escrito en la portada. Y por otro lado Borges representado en el lomo de un libro en la estantería trasera.
Biblioteque avec Poe pertenece a una serie de obras que representan bibliotecas que fueron realizadas entre 1983 y 1984 para la exposición de la Galería Juana Mordó y la de Yvon Lambert. En el catálogo Antonio Mari escribe lo siguiente: "Como un presente infinito, como un pasado remotísimo que se hiciera actualidad; como la inconsciencia volviéndose consciente y objetiva la mas íntima subjetividad. Toda acción de crear, lo sabe Miguel Barceló, es un acto voluntario, un acto consciente y libre, pero el resultado, la obra artística, como es también producto de una inteligencia inconsciente, sobrepasa todos los proyectos e intenciones racionales: por eso hay una verdad, en cada obra, que espera ser desvelada. Una verdad indescriptible, indemostrable, pero indiscutiblemente cierta.
Y es la verdad que el pintor ha visto en Tintoretto, en Rubens, en Tiziano; es la misma verdad que ha reconocido entre las cifras temblorosas de Thomas Bernhard y Thomas Mann y Mallarme. Una verdad que se esconde, que se oculta entre las apariencias de la realidad y que hay que saber ver y leer en este libro cifrado que es el mundo. Libros cerrados como verdades ocultas y que están aquí, en los estantes de la biblioteca, solícitos, esperando que una mano los abra en aquel punto, preciso y matemático, donde se esconde o duerme una verdad". (Miquel Barceló Pinturas 1984, catálogo de exposición, Galería Juana de Aizpuru, Madrid, 1984 pág. 18).
La técnica es asombrosa. El artista crea un espacio homogéneo con unas buenas proporciones al colocar estanterías de libros en ángulo. El impasto es grueso y táctil creando relieves y sombras. Otra técnica muy utilizada por Barceló en el principio de la década de los 80 es la del collage. El cenicero en el ángulo inferior izquierdo esta repleto de colillas pintadas. El objeto representado es literalmente el objeto real. De la misma manera los dos libros que aparecen sobre la mesa, están en relieve compuestos por hojas de periódico con la técnica del collage. Una vez más el afán del artista en representar los objetos tal como son. Esta técnica es muy utilizada en gran parte de su obra temprana al incorporar elementos ajenos a la pintura en sus cuadros.
Hay dos referencias literarias en este mundo de eruditos de biblioteca. El personaje representado tiene como objeto leer unas poesías de Edgar Allan Poe, al presentar el libro de este poeta con su nombre escrito en la portada. Y por otro lado Borges representado en el lomo de un libro en la estantería trasera.
Biblioteque avec Poe pertenece a una serie de obras que representan bibliotecas que fueron realizadas entre 1983 y 1984 para la exposición de la Galería Juana Mordó y la de Yvon Lambert. En el catálogo Antonio Mari escribe lo siguiente: "Como un presente infinito, como un pasado remotísimo que se hiciera actualidad; como la inconsciencia volviéndose consciente y objetiva la mas íntima subjetividad. Toda acción de crear, lo sabe Miguel Barceló, es un acto voluntario, un acto consciente y libre, pero el resultado, la obra artística, como es también producto de una inteligencia inconsciente, sobrepasa todos los proyectos e intenciones racionales: por eso hay una verdad, en cada obra, que espera ser desvelada. Una verdad indescriptible, indemostrable, pero indiscutiblemente cierta.
Y es la verdad que el pintor ha visto en Tintoretto, en Rubens, en Tiziano; es la misma verdad que ha reconocido entre las cifras temblorosas de Thomas Bernhard y Thomas Mann y Mallarme. Una verdad que se esconde, que se oculta entre las apariencias de la realidad y que hay que saber ver y leer en este libro cifrado que es el mundo. Libros cerrados como verdades ocultas y que están aquí, en los estantes de la biblioteca, solícitos, esperando que una mano los abra en aquel punto, preciso y matemático, donde se esconde o duerme una verdad". (Miquel Barceló Pinturas 1984, catálogo de exposición, Galería Juana de Aizpuru, Madrid, 1984 pág. 18).