Lot Essay
En 1886 cuando Regoyos era miembro activo del Círculo de Los XX y residía en Irún en la Casa del Cura, inició su conocida serie de obras denominada "La España Negra", pintando en ese mismo año las dos obras más importante que se conocen de esa serie, tanto por su calidad pictórica como por sus dimensiones, "El día de Difuntos" y "Visite de Condoléance", con ellas pretendía mostrar en el exterior la España profunda, sus tradiciones y costumbres. En "La España Negra" destacaba la participación efectiva de la mujer en la sociedad de aquellos años, testimoniando sus esfuerzos y su aportación inequívoca al sostenimiento de la tradición, las relaciones humanas y familiares, algo que él consideraba necesario como contraprestación de la España de castañuelas, panderetas y toreros comunmente conocida fuera de nuestro país.
Desde 1886 hasta 1896 Regoyos fue desarrollando todas las obras de esta serie, entre dibujos, pasteles, acuarelas y óleos, destacando entre otras "Visite de Condoléance", por su extraordinaria calidad, su conexión precursora con la generación del 98 y por las siluetas y actitudes que representan las mujeres que en ella aparecen, que son parecidas a las que años más tarde empleara Pablo Picasso en su período Azul, veáse la actitud de la mujer sentada a la derecha del cuadro. También es importante poner de manifiesto que la presencia de velos transparentes de las mujeres y el planteamiento de la obra en coloridos y luces nos indica que existen claras conexiones en su factura, con la obra del pintor americano James Abbott Mc. Neill Wistler, amigo personal de Regoyos con quien acababa de estar reunido en su estudio de Londres en 1885, el cual en sus retratos utilizaba los velos para cubrir los rostros de las mujeres para mostrar intimidad.
Son de destacar en este lienzo: su ambientación, el realismo de la escena con la mujer que llora amargamente, rodeada solamente de mujeres, la actitud compungida de la mujer de la derecha y la fría expresión de la señora gruesa, todo ello y sin necesidad de que aparezca en la obra del difunto, que posiblemente estuviera de cuerpo presente allí mismo, nos muestra la tradición de acompañar al familiar desolado. En lo referente a la factura tanto el fondo de la obra (pared y armario) cargado de matices, como las luces y sombras que la luz interior produce en el conjunto, unido a las veladuras del traje de la persona que está de pie o el sofá cubierto de una funda blanca. Completan esta escena real de calidad extraordinaria en planteamiento y colorido.
Desde 1886 hasta 1896 Regoyos fue desarrollando todas las obras de esta serie, entre dibujos, pasteles, acuarelas y óleos, destacando entre otras "Visite de Condoléance", por su extraordinaria calidad, su conexión precursora con la generación del 98 y por las siluetas y actitudes que representan las mujeres que en ella aparecen, que son parecidas a las que años más tarde empleara Pablo Picasso en su período Azul, veáse la actitud de la mujer sentada a la derecha del cuadro. También es importante poner de manifiesto que la presencia de velos transparentes de las mujeres y el planteamiento de la obra en coloridos y luces nos indica que existen claras conexiones en su factura, con la obra del pintor americano James Abbott Mc. Neill Wistler, amigo personal de Regoyos con quien acababa de estar reunido en su estudio de Londres en 1885, el cual en sus retratos utilizaba los velos para cubrir los rostros de las mujeres para mostrar intimidad.
Son de destacar en este lienzo: su ambientación, el realismo de la escena con la mujer que llora amargamente, rodeada solamente de mujeres, la actitud compungida de la mujer de la derecha y la fría expresión de la señora gruesa, todo ello y sin necesidad de que aparezca en la obra del difunto, que posiblemente estuviera de cuerpo presente allí mismo, nos muestra la tradición de acompañar al familiar desolado. En lo referente a la factura tanto el fondo de la obra (pared y armario) cargado de matices, como las luces y sombras que la luz interior produce en el conjunto, unido a las veladuras del traje de la persona que está de pie o el sofá cubierto de una funda blanca. Completan esta escena real de calidad extraordinaria en planteamiento y colorido.